COMPLEXUS
Los Dos Caminos. Año 5, N° 7. 2012
Depósito Legal pp: 2008003DC755
Órgano informativo de la Subdirección de
Investigación y Postgrado del
Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio
REFLEXIONES
ACADÉMICAS
Siete saberes necesarios para la
Educación del Futuro. Edgar Morin, (2001)
El libro “Los
siete saberes necesarios para la Educación del futuro”, de Morin; surge de la invitación que la
UNESCO, y es un documento de apoyo al proyecto transdisciplinario. “Educar para
un futuro sostenible”, a fin de lograr una contribución a los cambios de
pensamientos indispensables para preparar el porvenir de la Educación.
En el prefacio
del ex-director de la UNESCO, Federico Mayor, nos presenta esta obra como un desafío
a nuestra mente para enfrentar la complejidad, así como los cambios
imprevisibles ante tanta incertidumbre sobre el futuro del Planeta. “El autor
nos plantea una advertencia que requiere de una transformación en la Educación
y esta debe ser fundamentalmente mejor, donde la democracia, la equidad, la
paz, la justicia social y la sustentabilidad de nuestro medio ambiente, deben
ser prioridades en nuestra sociedad global.”
Morin presenta
siete principios que el estima necesarios para la educación del futuro en relación
con la Reforma del Pensamiento y como la Educación es pilar fundamental para
logarlo. Una manera de presentar esta reforma del pensamiento en la educación
es colocar en su centro el interés por el ser humano. Ya que la educación,
según Morin, “… se ha mantenido distante de lo que es el conocimiento humano y
no se preocupa por hacer conocer, lo que es conocer.”
En consideración
a esta idea, estimo su relación con nuestra realidad global y como la educación
se convertiría en el policéntrico de la tríada hombre-sociedad-cultura; tal como
lo expresa Bertalanffy, (2006) cuyas premisas se refieren a que “…todo sistema
forma parte de un sistema mayor y todo sistema está conformado por subsistemas.”;
de igual manera la obra de Carl Rogers (1975) “El proceso de convertirse en
persona”, en su sexta parte hace referencia a las implicaciones de la
tolerancia, la empatía y la congruencia como acciones interpersonales.
En este sentido,
el Dr. Claudio Naranjo (2005) presenta su postura frente a problema social como
expresión de una devaluación de la naturaleza e instinto humano y su solución en el desarrollo armónico de cada
individuo.“Necesitamos un
educación que lleve al individuo al punto de madurez, en que se eleve por encima de la perspectiva del
propio yo…alcance un sentido comunitario y una perspectiva planetaria.” De
igual manera sostiene que, en educación en el campo afectivo, su objetivo
central es el desarrollo de la emocionalidad, desde el amor.
Por lo anterior podemos
señalar, del capítulo III “Enseñar la condición humana” al planteamiento que se
refiere, al ser humano como físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico
y agregaría espiritual, para hablar de una educación integradora, liberadora, democrática,
para la paz y la sustentabilidad planetaria, obligatoriamente nos lleva a reflexionar acerca del papel del ser humano
en su contexto, su interacción con su mundo y su realidad inmediata,
sociocultural y natural. Cabe preguntarse: ¿Qué está haciendo la raza humana
por su propia preservación? ¿Cómo cambiar la educación si aún no hemos cambiado
nosotros?
Por lo tanto, en
educación abordar todas, “…las características del ser humano y los elementos
que le determinan como persona, se hace una imperiosa necesidad…” Morin plantea
que para introducir y desarrollar estos estudios de manera integrada, que
permita superar el dominio del conocimiento fragmentado, el cual nos impide
articular las partes; debemos ser capaces de aprehender los objetos en su
totalidad contextual, sus complejidades y sus conjuntos, para lograr un
conocimiento vinculado. La sociedad esta llamada a formalizar las condiciones necesarias
para un nuevo modelo educativo, tal vez se la transversalidad, la
multiculturalidad, la transdisciplinariedad, etc. En el currículo. Sin embargo,
la finalidad es atender al ser humano como individuo activo que procesa la
información, que desarrolla e interpreta significados de la sociedad y la
cultura, además de sus propias vivencias y aprendizaje. Por ende Morin sostiene
que es necesario desarrollar una aptitud natural de la inteligencia humana,
para ubicar la información.
Entonces enseñar
en un mundo global y complejo representa reconocer y comprender las partes, sus
relaciones e influencias, significa aprender a aprender y desaprender para
aprender ¿Podrá la educación lograr esta transformación hacia la reforma del
pensamiento?
Podemos afirmar,
que la educación del futuro que Morin visualiza, exige un cambio de
pensamiento, de conciencia humana y una transformación en la Educación, que representa
un vuelco total de nuestra percepción personal y profesional, hacia una
conciencia planetaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario