lunes, 27 de abril de 2020


            






       


          COMPLEXUS          
Los Dos Caminos. Año 5, N° 7. 2012
Depósito Legal pp: 2008003DC755
                             Órgano informativo de la Subdirección de Investigación y Postgrado del
                                         Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio

REFLEXIONES ACADÉMICAS

Siete saberes necesarios para la Educación del Futuro. Edgar Morin, (2001)

El libro “Los siete saberes necesarios para la Educación del futuro”,  de Morin; surge de la invitación que la UNESCO, y es un documento de apoyo al proyecto transdisciplinario. “Educar para un futuro sostenible”, a fin de lograr una contribución a los cambios de pensamientos indispensables para preparar el porvenir de la Educación.

En el prefacio del ex-director de la UNESCO, Federico Mayor, nos presenta esta obra como un desafío a nuestra mente para enfrentar la complejidad, así como los cambios imprevisibles ante tanta incertidumbre sobre el futuro del Planeta. “El autor nos plantea una advertencia que requiere de una transformación en la Educación y esta debe ser fundamentalmente mejor, donde la democracia, la equidad, la paz, la justicia social y la sustentabilidad de nuestro medio ambiente, deben ser prioridades en nuestra sociedad global.”

Morin presenta siete principios que el estima necesarios para la educación del futuro en relación con la Reforma del Pensamiento y como la Educación es pilar fundamental para logarlo. Una manera de presentar esta reforma del pensamiento en la educación es colocar en su centro el interés por el ser humano. Ya que la educación, según Morin, “… se ha mantenido distante de lo que es el conocimiento humano y no se preocupa por hacer conocer, lo que es conocer.”

En consideración a esta idea, estimo su relación con nuestra realidad global y como la educación se convertiría en el policéntrico de la tríada hombre-sociedad-cultura; tal como lo expresa Bertalanffy, (2006) cuyas premisas se refieren a que “…todo sistema forma parte de un sistema mayor y todo sistema está conformado por subsistemas.”; de igual manera la obra de Carl Rogers (1975) “El proceso de convertirse en persona”, en su sexta parte hace referencia a las implicaciones de la tolerancia, la empatía y la congruencia como acciones interpersonales.

En este sentido, el Dr. Claudio Naranjo (2005) presenta su postura frente a problema social como expresión de una devaluación de la naturaleza e instinto humano y  su solución en el desarrollo armónico de cada individuo.“Necesitamos un educación que lleve al individuo al punto de madurez, en que  se eleve por encima de la perspectiva del propio yo…alcance un sentido comunitario y una perspectiva planetaria.” De igual manera sostiene que, en educación en el campo afectivo, su objetivo central es el desarrollo de la emocionalidad, desde el amor.

Por lo anterior podemos señalar, del capítulo III “Enseñar la condición humana” al planteamiento que se refiere, al ser humano como físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico y agregaría espiritual, para hablar de una educación integradora, liberadora, democrática, para la paz y la sustentabilidad planetaria, obligatoriamente nos lleva  a reflexionar acerca del papel del ser humano en su contexto, su interacción con su mundo y su realidad inmediata, sociocultural y natural. Cabe preguntarse: ¿Qué está haciendo la raza humana por su propia preservación? ¿Cómo cambiar la educación si aún no hemos cambiado nosotros?

Por lo tanto, en educación abordar todas, “…las características del ser humano y los elementos que le determinan como persona, se hace una imperiosa necesidad…” Morin plantea que para introducir y desarrollar estos estudios de manera integrada, que permita superar el dominio del conocimiento fragmentado, el cual nos impide articular las partes; debemos ser capaces de aprehender los objetos en su totalidad contextual, sus complejidades y sus conjuntos, para lograr un conocimiento vinculado. La sociedad esta llamada a formalizar las condiciones necesarias para un nuevo modelo educativo, tal vez se la transversalidad, la multiculturalidad, la transdisciplinariedad, etc. En el currículo. Sin embargo, la finalidad es atender al ser humano como individuo activo que procesa la información, que desarrolla e interpreta significados de la sociedad y la cultura, además de sus propias vivencias y aprendizaje. Por ende Morin sostiene que es necesario desarrollar una aptitud natural de la inteligencia humana, para ubicar la información.

Entonces enseñar en un mundo global y complejo representa reconocer y comprender las partes, sus relaciones e influencias, significa aprender a aprender y desaprender para aprender ¿Podrá la educación lograr esta transformación hacia la reforma del pensamiento?
Podemos afirmar, que la educación del futuro que Morin visualiza, exige un cambio de pensamiento, de conciencia humana y una transformación en la Educación, que representa un vuelco total de nuestra percepción personal y profesional, hacia una conciencia planetaria.

Autora: Dra. Nayleet Beltrán 





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