martes, 28 de abril de 2020

Universidades y Cuarentena



Universidades y Cuarentena

Ante la situación mundial  que ha producido el COVID-19; las Universidades han realizado un gran esfuerzo por mantener la atención educativa a sus estudiantes, es un esfuerzo de todo el personal que labora en el área académica. Las universidades que ya tenían una modalidad a distancia, estarán mejor adaptadas, por supuesto. Sin embrago aquellas que su atención es totalmente presencial o mixta; han tenido que trabajar más, sí aunque el común de las personas y otros profesionales no lo crean, se trabaja mucho más a distancia planificando, desarrollando, diseñando y evaluando actividades apoyadas en las tecnologías, cuando no se está preparado adecuadamente para ello, menos en este estado de emergencia, nunca fue ni siquiera imaginado o supuesto como el peor de los escenarios.

En general, las universidades han respondido rápidamente a la multifacética y multifactorial  amenaza del coronavirus. 

Las universidades migraron rápidamente a clases en línea, mucho mejor resultó para aquellas que ya tenían plataforma, no para las que mayormente son Públicas y dependiente del gobierno de turno, no cuentan con adecuados servidores, conectividad, equipos, personal idóneo y capacitado. Aun así, cerrar fue fácil, era una decisión insoslayable.

Pero ahora los Rectores, Decanos y Administradores tienen que averiguar lo que sus instituciones harán una vez que termine este semestre, y la pregunta surge: ¿bajo qué condiciones se continuará el periodo académico desde julio a diciembre?¿Volverá todo a la “normalidad”?, la mayoría de las respuestas son condicionales y suposiciones. Tanto que ni imaginamos como vamos a llegar a julio para pasar a un periodo vacacional en condiciones que, al parecer, pudieran extenderse todavía en cuarentena.

Así que los estudiantes que se han visto en la necesidad de continuar sus estudios a distancia, enfrentan múltiples situaciones en este país.  La universidad desde casa se convierte en una empresa radicalmente diferente cuando los estudiantes han sido despedidos de los trabajos y ahora están en casa tratando de multiplicarse entre el cuidado de los niños, (cada cinco estudiantes de pregrado tiene hijos.) estudiar, solventar la necesidad de adquirir la comida, que falte el agua, o falle el suministro de electricidad. Muchos de ellos dependen de trabajos informales o de oficios y se sustentan de varios sueldos mínimos en la familia, para poder cubrir las necesidades básicas de todos los integrantes.  Un monto que se eleva aproximadamente a 4$ al mes, en el mejor de los casos.
Esto ha acarreado que muchos de nuestros estudiantes universitarios abandonen sus estudios, sin importar en qué periodo académico se encuentre, aunado a ello, muchos tienen que familiarizarce con los recursos tecnológicos, en el mejor de los casos, si los tienen o pueden económicamente acceder a ellos. ¿Cómo hacer hoy una universidad más humana y considerada con las necesidades de sus profesores y estudiantes?

Estos planteamientos provienen de la atención directa que tengo con mis estudiantes tanto de la Universidad privada como en la Universidad Pública, pero aún no se han revelado datos que nos den certeza sobre cómo lo están pasando nuestros estudiantes en poblaciones rurales y de frontera. Tal vez la situación para ellos sea peor, sin medios de transporte y sin gasolina, la cadena de producción y distribución de alimentos está resquebrajada y la prospectiva no es alentadora.  

En consecuencia se ha generado una brecha económica y social, sin precedentes…claro! También ha abierto oportunidades para aquellos particulares que emprenden recursos educativos en la web, pero no llega a todos, no hay equidad, ni equilibrio, ni un asomo de consideración a las diferencias.

Las Universidades se han abstenido de invertir en recursos para infraestructura, hasta contrataciones de personal de servicio; en las universidades públicas la realidad es otra, pues sus presupuestos han sufrido serios recortes desde 2007, a la fecha sólo funcionan con los gastos mínimos de mantenimiento. Pero ambas sufren el embate de una cuarentena con efectos económicos considerables. ¿Qué harán los rectores, los vicerrectores y los administradores de las universidades? ¿Qué medidas tomar para transformar a las universidades en instituciones sostenibles y resilientes?
Espero que podamos iniciar el 2021, con un mejor augurio


Dra. Nayleet Beltrán C.


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